Es un día para celebrar y concienciar sobre los formatos y estándares abiertos, que tiene lugar el último miércoles de marzo de cada año. En este día, la gente que cree en el acceso justo a la tecnología de las comunicaciones, enseña, actúa y se manifiesta.

 

Los documentos que son libres, pueden usarse de cualquier manera que el autor desee. Pueden ser leídos, transmitidos, editados y transformados usando una variedad de herramientas. Los documentos que no son libres están atados a un software o compañía en particular. El autor no puede escoger cómo se pueden usar, por que están restringidos y controlados técnicamente, como un coche muy potente limitado artificialmente a 30 km/h.

 

¡No! La libertad de controlar su trabajo creativo va más allá de sólo ensayos y hojas de cálculo - la Libertad de Documentos se refiere a todas las formas de datos, incluyendo el trabajo artístico, partituras y música grabada, correos electrónicos y estadísticas. Éstos pueden almacenarse en formas que otorgan el control al usuario, pero también pueden almacenarse en formatos que nos restringen y manipulan a un coste enorme.

 

¿Alguna vez le ha pasado que le enviaron un documento muy importante y no lo pudo leer apropiadamente? ¿Le ha pasado que tuvo que comprar y descargar una nueva aplicación para poder abrir el adjunto necesario para trabajar? Generalmente este tipo de incompatibilidades están causadas por el almacenamiento de la información de forma secreta ("cerrada"), y de manera privada ("propietaria"). Esto causa un enorme problema para las personas, empresas y gobiernos, y supone un enorme coste para la sociedad en creatividad, productividad y eficiencia. Los estándares incompatibles se usan para manipular los mercados y permiten a empresas cobrar altas tarifas por el privilegio de acceder a los datos creados por el propio usuario. Los Estándares cerrados también son la base de los peores monopolios tecnológicos del mundo. Ejemplo: Su procesador de textos habitual no puede abrir un archivo creado por uno de sus colegas. Debe comprar o descargar el mismo procesador de textos usado por su colega para poderlo abrir. Usted debe cambiar el programa que utiliza aunque ya tiene su preferido.

 

Los estándares deben ser abiertos tanto durante la transmisión como durante el almacenamiento, y las interfaces y protocolos son tan importantes como los formatos de almacenamiento. Pensemos en una carta - no puede cumplir su misión si no puede leerse la dirección ni abrirse el sobre. De forma similar un mensaje en línea sólo puede leerse si usa un protocolo reconocido (dirección) y contiene datos que puedan leerse (sobre). A menudo las empresas usan protocolos de estándar abierto para enviar información en formatos cerrados, como el uso de Adobe Flash para transmitir vídeo en el formato cerrado de Flash sobre el protocolo abierto HTTP. Sin embargo, la libertad requiere ambos aspectos.

Son formatos y protocolos que cualquiera puede usar de forma gratuita y sin restricciones. Vienen con compatibilidad "incluida" - su funcionamiento es compartido públicamente y cualquier organización puede usarlos en sus productos y servicios sin necesitar autorización. Los estándares abiertos son la base de la cooperación en una sociedad moderna: raíles del tren, enchufes eléctricos y el lenguaje natural son todos ejemplos de especificaciones en las que todos confiamos y damos por hecho. Imagine si hablar español necesitase autorización y una licencia con coste - la sociedad sería caótica y retrasada. Lea más sobre Estándares Abiertos y su definición.